Jonh Keats (1795-1821), pese a haber muerto a una edad temprana, está considerado en la actualidad como el máximo exponente de la poesía romántica inglesa, uno de los períodos más brillante, si no el más brillante, de una espléndida tradición literaria. Su biografía apenas presenta elementos de interés. De origen humilde, al contrario que los otros dos grandes poetas de su generación, Lord Byron y Percy B. Shelley, encontró en la poesía, además de una ardiente vocación, un modo de promoción social. Tan sólo al final de su vida tendría la oportunidad de salir de Inglaterra. Murió en Roma donde fue enterrado.
Dos de los rasgos más significativos de su producción poética son sin duda la intensidad y profundidad observados en la mayor parte de su obra. Intensidad y profundidad derivadas del dramático contraste que se produce en el alma del poeta entre un enorme deseo de trascendencia y la certidumbre de la caducidad de todo lo humano. Esta tensión adquiere en algunas piezas acentos extraordinariamente sinceros y y de una gran emotividad. De este modo el esteticismo, con su culto a la belleza y su amor por la Antigüedad Clásica, y el existencialismo con su pesimismo y su honda reflexión sobre la muerte (o de su sucedáneo, la melancolía), dos de las grandes vetas poéticas del siglo XX, encontraron en Keats un eximio precedente.
Este mismo contraste puede observase también en el plano formal. Composiciones de una gran complejidad, heredadas de una rica tradición, y que exigen una depurada técnica poética, presentan unos contenidos en los que aparece ya en su plenitud una nueva sensibilidad, la romántica, tan vigente aún en nuestros días.
John Keats publicó en vida, aparte del poema de considerable extensión titulado “Endimión”, dos volúmenes de poesía. Con posterioridad se unió a este corpus inicial bastante material póstumo. En la actualidad son sus composiciones más breves (Odas, Sonetos, etc) lo más valorado de su producción. No obstante, Keats consideraba que la grandeza de un poeta sólo era apreciable en obras que requirieran de un mayor aliento.
Por esto, de la obra poética del poeta inglés se han recogido para la presente Antología, además de sus más excepcionales poemas, es decir, todas las Odas, los más significativos Sonetos y algunas Piezas Sueltas de especial importancia, el poema narrativo “La Víspera de Santa Inés”, éste último una buena muestra de lo que el autor consideraba la parte más relevante de su trabajo.
En la traducción se ha pretendido el mayor respeto y la máxima fidelidad posible al original, teniendo en cuenta que se ha optado por una versión rítmica, la manera más correcta seguramente de traducir poesía. No obstante, la métrica del original ha tenido que sufrir inevitables variaciones debido a las notables diferencias de todo tipo existentes entre las lenguas de origen y destino.