Supervivientes

 José Hernández Polo Supervivientes (Antología)

Introducción a SUPERVIVIENTES

    Conocí a José Hernández Polo como periodista, profesión  en la que gozaba de un reconocido prestigio. Recuerdo sus artículos en Heraldo de Aragón, con la firma habitual de José H. Polo, que era garantía de un texto interesante y ameno.

    Tras la jubilación, José escribió sin descanso: ensayo, narrativa y, con menos frecuencia, poesía. Por fortuna, este poemario, Supervivientes, ha llegado presto a mis manos para elaborar un prólogo. Para mí, todo un honor. Porque a José Hernández Polo lo admiro y lo aprecio. Y la lectura de Supervivientes nos acerca un poco más a esta gran persona y a este gran escritor.

    Se trata de un libro dividido en cuatro partes, en las que están siempre presentes la naturaleza y la vida, pero también los sentimientos y las reflexiones sobre el más allá.

    El paisaje, con sus cambios de luz que hacen pensar en el paso del tiempo, ocupa los primeros poemas, aunque nunca  abandona completamente los versos de Supervivientes   Hablan sobre él las nubes y las sombra, la música del viento, la lluvia y sus cambios que llevan hasta la melancolía, el azul de la montaña o el lenguaje pardo de los cerros. Pero también el simbolismo de los buitres y sus vuelos circulares, silenciosos, casi plácidos, o el bullicio ominoso de los cuervos.

    Todos son elementos del paisaje y de la vida, como el arco iris y su presencia esperanzadora o las campanas lejanas que suenan a domingo. También imagina el poeta un lugar triste, remoto, al que van a morir los pájaros.

    El amor, aunque está presente en toda la obra por el compromiso del poeta con la naturaleza y con la vida, se manifiesta especialmente en el segundo apartado del libro. "Eras luz que llegaba (---) /a ascender mi caverna". Busca el poeta una presencia sentida y presentida, profunda y permanente, en lugares que son, en realidad, el espíritu propio. Un amor que se manifiesta en cualquier tiempo y cualquier circunstancia, incluso en los recuerdos infantiles. Un amor que perdura, que nos conduce a los aledaños del "oscuro camino del vivir",  hasta los cambios de los diversos periodos vitales, con la continua presencia  de los recuerdos, que desembocan en el presente y contemplan la realidad tangible; que le habla al silencio, compañero y confidente; que piensa en la memoria de los que ya partieron y  en el cementerio como depósito de silencios...

    Si alguna vez nos creímos eternos, el tiempo nos descubrió el camino real y los últimos trechos vitales. Y tal vez por ello nace un poema que recorre la vida, la propia y la del mundo, con sus miserias y sus injusticias que los versos exorcizan  de manera simbólica .

    La parte final del poemario expresa las dudas y los deseos de toda una vida. Habla con Dios, como en su día lo hizo Juan Ramón Jiménez. Cree verlo en el mar y sus variaciones incesantes, con una visión panteísta,  llena de dudas y de reflexiones: "Es ilusión el sueño de verte así, surgido / del mar, siendo Tú mar, siendo Tú viento..."

    El último poema de este apartado y del libro es revelador:

    Futuro imperfecto

   Un día, Señor, me entregaré, vacío 

 y, pues dicen que nos hiciste libres, 

escogeré rendir mi rey en el tablero 

 y saldré, resignado, al paso de la muerte.

   

Supervivientes es un poemario que ofrece hermosos versos para expresar, de forma serenamente emocionada, la realidad poética que José Hernández Polo ha descubierto en su trabajo de composición. Un libro que merece la pena ser leído y disfrutado. Olifante lo ha editado y por ello hay que felicitarla  al mismo tiempo que al poeta. ¡Enhorabuena, amigos!.


José Verón Gormaz

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA:

José Hernández Polo nació en Madrid en 1927 y vive en Zaragoza desde 1961. Periodista de Heraldo de Aragón, donde fue jefe de las secciones de «Opinión», «Colaboraciones» y «Local»; trabajó también como corresponsal de distintas publicaciones y en gabinetes de prensa. En el campo periodístico cuenta con varios premios y es autor también de una nutrida producción literaria, que incluye novelas, cuentos policíacos, memorias y ensayos, con los que ha ganado premios como el Ignacio Aldecoa de Cuentos, de la Diputación Foral de Vitoria, o finalista en el premio de Novela Corta Ateneo de Valladolid.