Campos de Aragón
José Luis Gracia Mosteo
Campos de Aragón
Solapa
LA ARCADIA DE MOSTEO
El año del Señor de 2020 fue más bien un año de Lucifer, a juzgar por la atroz epidemia del coronavirus, que se cobró en España un número escalofriante de víctimas. Todos perdimos algún familiar o amigo en aquella batalla, de modo que se hacía necesario refugiarse en el asilo misericordioso del recuerdo para olvidar el vértigo de muerte. Eso fue lo que hizo mi querido y admirado amigo José Luis Gracia Mosteo, recurriendo a la memoria de los campos de su niñez en tierras aragonesas y versificando en veinte preciosos y pulidos romances su experiencia infantil al respecto, en la idea de que quizá no podría volver a visitar aquella Arcadia perdida. José Luis nos advierte de que se trata de su postrer poemario, pero los lectores de sus versos, que tanto hemos disfrutado con ellos, nos negamos a aceptar que lo sea en un género en que se inició con la Balada del valle verde, de 2004, y que hacemos votos para que no termine con el libro que nos ocupa. Gracia Mosteo es un espléndido prosista que ha sobresalido principalmente en la novela, donde se sacó de la chistera personajes tan estupendos como el inefable inspector Barraqueta, pero lo borda también en narrativa breve, ensayo y, por supuesto, poesía, donde nunca desentona.
Buena muestra de ello son estos Campos de Aragón de tono elegíaco, pero sin renunciar a la ironía, que es marca de la casa, y al homenaje a los clásicos, otra de las constantes de su personalísima producción libresca.
Luis Alberto de Cuenca
Madrid, 6 de enero de 2024
POEMA
LA LLUVIA INFINITA
«Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres».
Federico García Lorca
I
Llueve y llueve sobre el campo
mientras los prados se embalsan,
batiendo el cielo a la tierra
en una mansa batalla.
Llueve y llueve sin parar
y nos cerca su fragancia
a humedad y sueños limpios,
inconsciencia y esperanza.
Llueve y llueve en los sotos,
deja la tierra mojada,
llueve y canta que la vida
es tormenta, mas sin agua.
II
Llueve una suave garúa
a la hora en que te levantas,
alrededor de las cinco
pues los calores aguardan;
llueve mientras tú te vistes
ropa vieja y alpargatas,
apurando el desayuno
pues los perros ya te ladran
esperando a que los subas
33al coche que raudo arranca;
cae una suave llovizna
mientras la campiña exhala
su fragancia a hierba tierna
y juventud verde y calma;
llueve un blando calabobos
en el campo de manzanas,
mientras pones la escalera
al cielo de madrugada,
viendo cómo el sol asciende
en el alba perfumada.
III
Llueve a mediados de agosto
sobre oleajes de alfalfa,
llueve y los mares de hierba,
tréboles y albahaca
con la tormenta se mecen
cual océanos de paja.
Llueve despacio y sin ruido
de cristal en la ventana
de tu viejo cuarto azul
en que las horas desgranas,
llueve diciendo que somos
tierra, aire, fuego y agua.
Llueve y el suelo es estanque,
y Dios, un arco y sus gamas,
llueve y llueve sin parar
mientras las nubes te cantan
que tú también eres campo,
y te has de anegar mañana.
José Luis Gracia Mosteo
NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA
Foto: Josian Pastor
José Luis Gracia Mosteo. Calatorao (Zaragoza), 1957. Licenciado en Filosofía y Letras, Máster en Escritura creativa. Ha publicado las novelas La Saga de los Pirineos (1999; reed. 2009; reed. 2022); La Dama Cautiva de Jaca (2000, reed. 2006); El asesino de Zaragoza (2001); El rock de la dulce Jane (2005; reed. 2006) y El infierno (2008). Igualmente, los poemarios La Balada del Valle Verde (2004; reed. 2008); Blues de los Bajos Fondos (2009; reed. 2012), Romancero negro (2017) y La pierna ortopédica de Rimbaud (2018.) Asimismo, el libro de relatos El pintor de Fantasmas (2004) y los ensayos sobre literatura El monstruo del espejo (2006), Treinta motivos para reencarnarse en mosquito (2012) y ¿Sueñan los poetas con versos eléctricos? (2021.) A propósito de su poesía se ha escrito: sobre La balada del valle verde: «Un espléndido conjunto de poemas con una sorprendente calidad literaria» (Carlos Bravo, Diario del Alto Aragón); «Pletórico de aliento natural, desnudo y emocionante» (Juan Bolea, El Periódico). Recibió el Premio Elvira Castañón en Asturias 2004 y fue Finalista del Premio Nacional de la Crítica. Sobre Blues de los bajos fondos: «Un libro maravilloso» (Antonio Astorga, Diario ABC); «Un abismo de tinta este libro: magistral» (Antonio Losantos, Diario de Teruel). Recibió el Premio José Verón Gormaz 2008. Sobre Romancero negro: «Un libro de poesía irreverente, sincera, divertida, clásica en su forma, pero radical en su fondo, un dardo lanzado contra la hipocresía social y la ceguera de la cultura oficial» (Juan Villalba Sebastián, Revista Turia); «Un poemario impertinente y violento, canalla e irónico, que no dejará indiferente a nadie» (Joan Gonper, Diario ABC). Fue Finalista del Premio Fray Luis de León 2011. Sobre La pierna ortopédica de Rimbaud: «Una poesía que encuentra el tono preciso para contar sin apabullar, escapando de solemnidades vacuas, sin creerse en posesión de una sensibilidad única o una voz particular, aunque las tiene» (Ángeles Robles, Diario de Sevilla); «Un juego literario, una ironía inherente al pastiche, que nos dice que cualquier texto es susceptible de convertirse en un palimpsesto» (Juan Tello, Heraldo de Aragón); «Quinto mejor poemario del 2018» («Revista El Cultural», Diario El Mundo). Recibió el Premio Internacional Melaza 2018.