En la solidez del aire
Berna Martínez-Forega Martínez y Manuel Martínez-Forega
En la solidez del aire
NOTA DEL AUTOR:
Huellas de luz, signos de huida
El amor es una distancia inseparable. Es En la solidez del aire un libro de miradas que se cruzan: la delicada fugacidad del instante escrito con la luz y la concreción detenida del lapso semasiológico que transcurre entre lo que se observa y lo que termina por nombrarse, lo que termina al fin por ser nombrado: la fotografía y el poema: el fotopoema. Como en el fondo de cualquier mirada de dos seres que se aman, hay un mensaje oculto que busca reconocerse, revelarse, concebirse, interpretarse: amar es amarse: el único verbo que es, a un tiempo, recíproco y reflexivo.
Recíprocos y reflexivos son los fotopoemas que albergan las páginas de En la solidez del aire, un libro que, al observarse, dibuja en sí mismo una mirada que acaba por penetrar en la soledad interior del lector-observador, una soledad que se comparte desnuda, despojada, frágil, íntima: niños, ancianos, pájaros en pleno vuelo, cerraduras, calles nocturnas, cielos atravesados, ríos congelados.
Un libro que al retomar la palabra arrebata por la belleza imposible de su expresión y la violenta contundencia, casi remota o atemporal, de sus imágenes: «Yace bajo la tumba de cristal un cuerpo vivo, un corazón contra el hielo, un abismo de fuego hecho agua» o «Se huye del vuelo más alto, de una huella de luz, de un humo que no es humo, sino signo de otra huida a lo más alto aún».
Recuerda En la solidez del aire al pasaje de la Eneida, una de las mayores y mejor escritas historias de amor de la literatura, en el que Anquises y su hijo Eneas miran juntos el río Leteo en pleno Hades: la mirada estremecida de Eneas, la explicación de Anquises ante el asombro de su vástago: «están bebiendo en las tranquilas aguas del Leteo el completo olvido de lo pasado. Hace mucho tiempo que deseaba hablarte de ellas, hacértelas ver».
El amor es una distancia inseparable: un padre y una hija: la mirada estremecida, el deseo de hacer ver. Al igual que los pájaros se elevan sobre la invisible solidez del aire, Berna y Manuel han compuesto un libro cuyas páginas son alas que huyen del vuelo más alto, un libro que es signo de amor a lo más alto aún: la distancia que jamás los separa.
Fernando J. Palacios León
Bamberg, 19 de junio de 2017
NOTA BIBLIOGRÁFICA:
Berna Leticia Martínez-Forega Martínez (Zaragoza, 1985) es licenciada en Filología Alemana (2010), máster en Enseñanza de la Lengua Alemana como Lengua Extranjera por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, 2011) y máster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera por la Universidad de la Rioja (UR, 2015). En la actualidad es lectora de español en la Universidad Otto-Friedrich de Bamberg (Alemania), en la que imparte diversos cursos de lengua y cultura españolas, donde, a su vez, colabora como fotógrafa de eventos académicos.
El origen de su pasión por la fotografía proviene de las continuas sesiones fotográficas que su padre le hizo durante su infancia y adolescencia, y de la fascinación que le despertaban aquellas cámaras, carretes, objetivos y filtros que él utilizaba y a los que en contadas ocasiones tenía acceso.
Es en el año 2012 cuando logra disponer de su primera cámara réflex, momento en el que comienza a dar rienda suelta a su pasión y a adentrarse en el mundo de la fotografía, así como a recibir sus primeros encargos.
Gran parte de sus trabajos y proyectos fotográficos pueden encontrarse y consultarse en su instagram.
El carrete de Berna:
@elcarretedeberna
https://www.instagram.com/elcarretedeberna
Manuel Martínez-Forega (Molina de Aragón, Guadalajara, 1952). Cursó estudios de Derecho (inconclusos) y de Filología Hispánica en la Universidad de Zaragoza, ciudad en la que reside desde 1958.
Poeta, ensayista y traductor, ha publicado más de treinta títulos en esas disciplinas, entre los que destacan los poemarios Cuerpo de la edad (1985), He roto el mar (1987, 1993), Berna (1997), 333 días (2006), Ademenos (2008), El dolor de la luz (2009), Labios (2013) o Litiasis (2014).
También son relevantes sus traducciones de poesía checa (V. Holan, F. Halas, J. Kostohryz) y francesa (A. P. de
Mandiargues, F. Villon); las comedias de «Molière» (1984) o la edición canónica de Monsieur Teste de Paul Valéry (1998, 2014) y la historia de la música tecno de Ariel Kyrou: Techno rebelde. Un siglo de músicas electrónicas (2005). Sus ensayos y artículos de crítica literaria y de arte están reunidos, respectivamente, en los volúmenes El viaje exterior (Ensayos censores) (2004, 2005) y Sobre arte
escritos, sobre artistas (2000). Editor literario y antólogo de diversas ediciones poéticas y ensayísticas como Vladimír Holan (1989), Antonio Sagredo (1990), František Halas (1993), 20 poetas aragoneses expuestos (2007), Ángel Guinda (2008), Los Borbones en pelota (2014), La mística (2016), Amantes. 88 poetas aragoneses (2017).
Fundador y director de Lola Editorial desde 1989. Fundó también en 1985 la colección de poesía «La Gruta de las Palabras» de Prensas Universitarias de Zaragoza y, en 1984, co-fundó el programa «Poesía en el Campus» de la universidad zaragozana.
Editor de la revista Pasarela de Artes Plásticas dirigida por el pintor Eduardo Laborda.
Ha sido incluido en diferentes antologías poéticas de España y del este de Europa, y su obra está traducida al checo, búlgaro, rumano, ruso, italiano y alemán.
Ha obtenido algunos premios de poesía y de traducción y posee el Premio Búho (1994) a la labor editorial y el Premio Imán (2010) de la Asociación Aragonesa de escritores a la trayectoria literaria.
Es campeón de España de pesca en la modalidad de «Salmónidos-lance» (Asturias, 2007) y medalla
de bronce en la misma modalidad (La Rioja, 2008).
https://www.facebook.com/manuel.martinezforega
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