La felicidad, cariño, es para malgastarla

Josema Carrasco

La felicidad, cariño, es para malgastarla

INTRODUCCIÓN

Poesía pulmonar

La poesía no nació para ser analizada. La poesía nació, sigue naciendo, para ser transmitida como una arrolladora catarata de sentimientos y emociones más que de pensamientos. Este libro lo confirma.

He conocido y tratado pocos creadores tan auténticos, inteligentes, imaginativos y entrañables como Josema Carrasco.

Josema es la transparencia. Amable, llano, sincero, directo. Salvajemente tierno, una apisonadora de cariño.

Frágil por fuera, resistente por dentro. Una fuerza que se expresa plástica, gestual, poéticamente. Genio, molestamente modesto, del cómic.

Josema traduce en estos poemas su imaginario visual (o gráfico, de tremendas líneas vitales) y auditivo (o musical, recorrido por un río de vitamínico jazz).

Poesía hedonista, antidepresiva, de feroz confidencialidad coloquial («He escrito con sangre en el espejo»). Poesía como visión solar para no recordar el olvido.

Ángel Guinda

(fragmento de Prólogo)

Josema Carrasco es poeta, dibujante e ilustrador. Un gran poeta desde que se sumergió a los diecisiete años en los ojos de una antigua novia y tuve la suerte de construir con él un espacio radiofónico dedicado a la poesía con ese mismo nombre: «Los Ojos de Elena». Si, en una radio comercial y dentro de un programa para jóvenes de secundaria bastante atrevido, macarra, provocador y sensible. Y leíamos y aprendíamos poesía, y Josema escribía, y rompimos el oleaje de un mar anti literario que en las radios se ha hecho aún más profuso, con un micro y un boli, dos armas poderosas si apuntas justo al alma. En los atribulados ochenta hacíamos auto edición de poemarios de papel y grapas que repartir en los bares y, desde entonces, desde ese cuadernito fotocopiado cuando la red era la de araña y la de pescar, Josema no ha publicado. Pero un poeta es o no. Y Josema lo es y grande.

Fernando Rivarés