Fondo de armario. Inventario incompleto
Anabel Corcín
Fondo de armario. Inventario incompleto
Prólogo y Solapa
Hay quien concibe la poesía como un inventario de ausencias,para otros es un juego para alimentar su ego. Hay quien habla de ella como instrumento de comunicación o como aspiración estética. Y quien afirma -rotundamente- que la poesía es el precio que algunos pagan por no saber vivir. De todas las definiciones me quedo con la última: la formuló José Emilio Pacheco. Y con la primera, ya que escribir es inventariar lo que ya no está, lo ya pasado; pero también celebrar la alegría efímera, las dádivas diminutas de lo cotidiano.
Escribimos para preservar instantes, relevantes e irrelevantes, de nuestros días; pero también las sombras de nuestras noches. Escribimos -acaso- para tratar de entender “por qué la vida quiere vida siempre”. Y es de ese deseo de permanencia unamuniano, de esa tensión vital por celebrar el presente y el pasado, de donde nace la obra de muchos poetas, también la de Anabel Corcín, autora del verso anterior.
Anabel Corcín practica en Fondo de armario una poesía antirretórica, directa y coloquial. Una lírica realista y urbana que la emparenta a otros poetas buscadores de lo esencial como Roger Wolfe o Karmelo C. Iribarren, pero también a nombres clásicos como Lorca o Cernuda. A lo largo de todo el libro observamos el paisaje de la ciudad como telón de fondo, tamizado siempre por la intimidad de la autora; una intimidad cifrada en un eje temático donde el amor y el desamor se hermanan con las epifanías cotidianas y el paso del tiempo.
Poeta celebratoria y melancólica a la vez, Anabel Corcín dice cosas sencillas y hermosas en sus versos: la alegría de contemplar el mar, la eternidad de un beso, la memoria de la amistad. Y dice cosas terribles: la evanescencia inevitable del amor, la perspectiva dolorosa del adiós de los seres queridos, el paso irremisible de los años y el ingreso en la madurez. Pero no hay tremendismo nunca en sus palabras, sino asunción natural de la realidad; no hay asomo aquí de egolatría, sino voluntad de acercarse a los demás, de empatizar con el lector. Leyendo los poemas del libro, uno los va haciendo suyos, porque las experiencias de los otros son las nuestras y actúan en nuestro entendimiento como espejos que nos hablan… Releo los versos de Anabel y me reconozco en ellos. Nos une la palabra, el lenguaje de los sueños, la misma herida. Y tal vez –“la terrible soledad de las palabras esdrújulas”- sea el precio que pagamos por intentar vivir.
Íñigo Linaje
Bibliografía
Foto: Víctor Abendaño
Ana Isabel Corcín Berdonces, nació en Tudela (Navarra). Licenciada en Filología hispánica, es profesora de Lengua y Literatura. Ha desarrollado su labor educadora en distintos centros. Actualmente, trabaja en el Instituto de secundaria Plaza de la Cruz de Pamplona. Su primer poemario, Materia orgánica fue publicado por la Editorial Olifante (2017). Ha participado en varios números de la revista literaria “Traslapuente” y colaborado en diversos proyectos editoriales con fines sociales, entre ellos, un poemario infantil Letras y trazos; y el último, Mi nombre es el recuerdo. Poemas contra el feminicidio (Editorial Pamiela, 2023). Fondo de armario es su segundo poemario.