La poética de Gabriel Sopeña posee una de las ternuras más adorables que leerse pueda. No sólo tiene la rigurosidad del poema más exigente ( basta de poemarios como colección de impulsos para sensaciones de carencia, por favor), además posee ese extraño don odorífico que permite “oler” sus aromas.
Juanjo Blasco. Panamá.
Como músico y compositor, desde 1983 ha realizado giras por España, Europa, América Hispana y Estados Unidos, habiendo sido invitado especial del Lincoln Center for the Performing Arts de Nueva York en 2001. Ha participado hasta la fecha en casi ochenta discos, propios y en colaboración con artistas, nacionales e internacionales. Entre aquéllos, cabe destacar su constante trabajo como musicalizador de poemas. La vida por Delante (1996), Con elegancia (1998) -ambos junto a José Mª Sanz Loquillo-, Orillas (1999) Una Ciudad para la Paz (2000) Cuando tú me leas (2006) De Azúcar y viento (2008) o Estaciones (2010) son algunos ejemplos.
Ha compuesto la tragicomedia Misiles Melódicos (2005), con libreto de José Sanchis Sinisterra; realizado la adaptación de la ópera Juana de Arco, de Ondřej Soukup y Gabriela Osvaldová (2006); y bandas sonoras para el teatro (Leonce y Lena, de Georg Büchner, 2005). En 2007, con Salònica, resultó finalista en la categoría de mejor canción en catalán en los Premios de la Academia de Artes y Ciencias de la Música. Es presentador y guionista de la serie Música y Patrimonio, para Televisión de Aragón.
Ha publicado los poemarios: Arras de Luzbel (Tabernaria, 1982), Sortilegio del ruido (Andalán, 1984), Compendio de alardes (Tabernaria, 1989), La Noche del Becerro (Olifante, 1995), El Cantar de los Destierros (Prames, 2000) y Buen Tiempo para el Deshielo (Lola Ediitorial, 2003) y Máquina fósol (Olifante, Col. Papeles de Trasmoz, 2012).